Nos
encontramos ante una entrevista realizada por varios periodistas a Víctor García
de la Concha, director del Instituto Cervantes, donde podemos encontrar
fácilmente varios prejuicios lingüísticos en las preguntas.
Por ejemplo,
podríamos calificar como prejuicio cuando decimos que tiene más prestigio
introducir una palabra de otro idioma en nuestra conversación, el periodista le
pregunta a Víctor García de la Concha, si no es más adecuado utilizar un
sinónimo en español de la palabra “escrache” importado del lunfardo argentino.
Víctor García de la Concha, opina que es una cuestión ya planteada desde hace
años y explica que hay préstamos divididos en extranjerismos necesarios e
innecesarios. Los necesarios serían los que no tienen equivalente en español, y
los innecesarios lo que sí.
En mi opinión,
también es un prejuicio lingüístico pensar que por llamarse “lengua española”
significa que solo se hable en España o que la mayoría de hispanohablantes se
encuentren en España. El periodista recuerda que esto no es exactamente así y
Víctor García de la Concha también argumenta por qué no es así.
Otro que en mi
opinión que podemos encontrar es como dice el director del Instituto Cervantes
“la capacidad de adquisición léxica de las clases jóvenes es limitada”, puesto
que no todos los jóvenes tenemos la misma capacidad, ni todos escribimos mal en
las redes sociales.
Por último,
hay personas que opinan que mucha gesticulación implica pobreza en el lenguaje,
a mi me parece efectivamente un prejuicio lingüístico, estamos ante el director
del Instituto Cervantes y el que fue durante doce años el director de la RAE,
es decir, un filólogo que demuestra no tener pobreza en el lenguaje.
Ángela Aceitón
Pérez
“LEER NOS HACE SER, LEER NOS HACE
VIVIR”
Analizamos la entrevista de Víctor García de la
Concha, director del instituto Cervantes y antiguo director de la Real Academia
Española (RAE) durante doce años. A lo largo de esta entrevista observamos
ciertos prejuicios lingüísticos. El prejuicio lingüístico convive día a día con
nosotros ya que son inevitables en nuestra vida cotidiana.
El español está cada vez más desprestigiado, como nos
explica Víctor García de la Concha, nuevas generaciones de alumnos de los EEUU
no quieren aprender nuestro idioma, si
no el inglés, ya que tiene mucho más
“prestigio” que el nuestro propio, por ello “Tenemos que promover que el español es lengua por
excelencia, en literatura…. “Abrir mercado a nuestra lengua”. “El gran problema que tiene el español en EE.UU. es
que todavía no es considerado como una lengua de excelencia, sino más bien como
una lengua de inmigrantes, de gentes humildes”. Con esta afirmación se deja
claro el gran prejuicio que gira alrededor de
la lengua española, desprestigiándola frente a otras lenguas. Ninguna
lengua es más importante que otra, ni siquiera los dialectos son menos
importantes que la propia lengua ya que es un uso o más bien una costumbre
tomada por un conjunto de hablantes y como se menciona en esta entrevista “el
uso es el gran árbitro de la lengua”.
A lo largo de la entrevista hay una
frase que me llamó mucho la atención y
la cual tengo que destacar y es que “LAS LENGUAS NO PELEAN, ESTAN
PARA ENTENDERSE”. Con esta afirmación se nos quiere transmitir que ninguna
lengua está por encima de otra, ni deben luchar para comprobar si una es más
importante que la otra.
Podemos destacar, por ejemplo, cuando utilizamos la
expresión de “lengua española” la que al parecer solo alude al habla de España,
sin tener en cuenta que en la mayoría de los países hispanoamericanos o
hispanohablantes se utiliza también dicho idioma, el castellano.
A lo largo de la entrevista, Manuel Cerdán plantea a Víctor García si no sería más correcto utilizar
el castellano propio, el español auténtico, en lugar de extranjerismos. Estoy
de acuerdo totalmente con la respuesta de García de la Concha quien no está de
acuerdo con dicho planteamiento ya que el castellano también deriva del latín,
del que a lo largo de la historia de
nuestra lengua hemos adquirido y enriquecido nuestra lengua. La lengua va más
allá si el hablante utiliza palabras más allá de nuestro lenguaje. No hay
palabras fijadas ni tenemos cerrado nuestro campo léxico. Debemos dejar paso a
palabras nuevas que cada vez utilicemos más la sociedad, aunque creo que esto
es algo inevitable. No utilizamos palabras extranjeras por falta de ellas en
nuestro vocabulario, si no, porque simplemente entran en el hábito de los
hablantes, debido a innumerables factores sociales.
Por otro lado él mismo interviene con un prejuicio
lingüístico haciendo referencia a los jóvenes de hoy en día; “la capacidad de
adquisición léxica de las clases jóvenes es limitada”. Ciertamente no estoy de
acuerdo totalmente con estas palabras ya que creo que es una forma de
generalizar demasiado con las personas y en este caso con las nuevas generaciones.
Sí estoy de acuerdo con que tendemos a escribir “peor” en redes sociales,
medios de comunicación etc. y a veces incluso nos puede llegar a influir en
nuestra vida escolar o académica. Pero si hacemos un uso correcto del lenguaje
no tiene porque ser así. No está bien generalizar ya que no todos hacemos un
mal uso de nuestra lengua.
En mi opinión y
para concluir la gesticulación no empobrece el lenguaje ya que se trata de un
sistema de gestos que acompañan al lenguaje y que tienen mucho que ver con lo
que se pretende transmitir.
Miriam Cobano Palma
No hay comentarios:
Publicar un comentario