martes, 27 de mayo de 2014

Lenguas minúsculas



El documental de “El último sefardí” nos relata alguna de las historias de muchos judíos que abandonaron España perseguidos por la Santa Inquisición en la Edad Media o incluso de la dura historia que sufrió esta sociedad debido al nazismo alemán.

Antes de escribir mi ensayo decidí informarme más sobre el tema que estamos tratando y comencé a leer artículos y opiniones sobre ello.

Cualquier lengua puede estar en peligro de extinción  si una sociedad padece la xenofobia de otra sociedad como es el caso de la raza judía, que fue objeto de exterminio desde 1933 a 1945 (llegada al poder del Partido Nacionalista Alemán de Adolf Hitler). Y es que una lengua necesita un gran conjunto de hablantes para que esta perdure en el tiempo e incluso se expanda por parte  del mundo. La escritura es un papel fundamental en la trayectoria de una lengua por lo que existen lenguas que no son escritas, simplemente habladas por un grupo de personas. Estas lenguas que carecen de escritura han dado lugar a su desaparición, como algunas lenguas africanas, ya que en mi opinión, una lengua puede perdurar más en el espacio, que en el tiempo. El contexto histórico, la religión…son uno de los factores, a mi parecer, más influyentes.

Las sociedades más afectadas han sido las sociedades indígenas ya que desde hace años han estado sometidas a la esclavitud e incluso la muerte, lo que influye totalmente en la pérdida de una lengua en la memoria. En mi opinión las lenguas son como las grandes potencias mundiales, “pez grande que come al pez pequeño.” Desde mi punto de vista esta opinión está ligada a las lenguas, que van desde las más importantes a las menos importantes, al fin y al cabo las que desaparecen por un motivo u otro, de ahí la gran importancia del inglés frente a otros idiomas, o incluso el chino cada vez más popular.

Estoy totalmente de acuerdo con George Steiner, humanista, profesor norteamericano quien dijo que cuando muere un idioma, muere un enfoque de la vida, una realidad de la conciencia... Gregorio Salvador vicepresidente de la RAE, nos muestra en un artículo su opinión frente a la pérdida de las lenguas, de las que dice que no se trata de ninguna tragedia el hecho de que estas desaparezcan.

Leemos otro artículo de El País en el que Albert Brachandell profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona el cual piensa que el hecho de hablar la misma lengua nunca ha sido una condición necesaria para la comunicación entre una comunidad, algo en lo que no estoy de acuerdo ya que considero el lenguaje como vía fundamental de la comunicación entre dos o más habitantes.

Por último y como dato de interés aquí os muestro algunas de las lenguas olvidadas en el tiempo y otras que hoy día estudiamos, como el latín, un idioma que aunque parece que murió hace tiempo, vive y revive cada día en el interior de muchos de los idiomas que hoy día utilizamos.

Período Lenguas muertas:
Edad antigua Latín (circa siglo VII), griego antiguo (c. siglo III), idioma íbero (c. s. I), idioma celtíbero (c. s. I), etrusco (c. s. I), hitita (c. s. XI a. C.), egipcio clásico (c. s. VII a. C.), huno (c. s. VI y V d. C.), acadio (c.s. III A.C.). Edad media Idioma gótico (c. s. IX), mozárabe (c. s. XII), tocario (c. s. X). Edad moderna Idioma guanche (s. XVI), arameo medio (c. s. XIII), copto (c. s. XV), antiguo prusiano (c. s. XVIII), polabo (siglo XVIII), córnico (la última hablante murió en 1777). 
Edad contemporánea Dálmata (el último hablante: Antonio Udina, murió en 1898), Idioma manés (el último hablante murió en 1977), Idioma ubijé (el último hablante, Tevfik Esenç, murió en 1992) 

Ninguna lengua merece el olvido eterno, ya que alguna vez formó parte de la vida de una sociedad, de su historia…siendo algo en común para un  conjunto de habitantes que la utilizaban en armonía. 


 Miriam Cobano Palma



Se denomina “lenguas minúsculas” a las que tienen pocos hablantes, normalmente pertenecen a una pequeña civilización y son variedades de “lenguas grandes” es decir, lenguas que son habladas por gran parte de la sociedad.

He leído diferentes artículos sobre este tema, por ejemplo, las opiniones de George Steiner, humanista, profesor norteamericano, Fernando Lázaro Carreter, antiguo presidente de la Real Academia Española de la Lengua RAE, Gregorio Salvador vicepresidente de la RAE y Albert Brachandell profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona. Dan puntos de vista diferentes, estoy de acuerdo con los dos primeros fragmentos, con la opinión de George Steiner y Fernando Lázaro Carreter. Todas las variedades de la lengua, tienen riqueza y aportan a la sociedad, por tanto no deberían ninguna quedar extintas. Es verdad que la importancia de una lengua la puntualiza el número de hablantes, pero aun así, no deberían perderse las que tienen pocos hablantes, porque aunque no hayan tenido la necesidad de perdurar, también ha formado parte de la historia y han aportado a la cultura mundial. No estoy de acuerdo con Gregorio Salvador, pretende que solo perduren las lenguas que se están practicando actualmente y las necesarias y aunque las personas no hablen el idioma de la mayoría, no significa que no hayan ensanchado su mundo y sus perspectivas de futuro.

En el documental “El último Sefardí” se relata alguna de las historias de muchos judíos que abandonaron España perseguidos por la Santa Inquisición en la Edad Media o incluso de la dura historia que sufrió esta sociedad debido al nacismo alemán. En cuanto a la desaparición de tantas lenguas en el mundo, como por ejemplo, el idioma judeoespañol, ocurre por lo que hemos puntualizado anteriormente, por la necesidad de comunicarse con un idioma concreto, aprendes el idioma necesario y abandonas el idioma natal. Pienso que esto no debería ocurrir, deberíamos tener riqueza en cuanto a los idiomas pero sin perder el que aprendemos al nacer.


Ángela Aceitón Pérez

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